A pesar del tiempo lluvioso y de lo alejado de su residencia, hubo una afluencia masiva de gente (alrededor de 60 personas) llamando la atención la cantidad de personas que asistía por primera vez a un taller. Bienvenidos sean.
Como siempre hubo venta de plantas e insumos.
Llamaron la atención un Oncidium de Ricardo y otro de Godelive Moykens, una cattleya también propiedad de esta ultima abundantemente florecida, gracias por compartirlas con nosotros.
Nadie pudo identificar una orquídea colectada en la Quebrada de Lules-Tucumán, por un participante. Seguramente lo podremos hacer cuando florezca.
Las exposiciones durante el taller, fueron seguidas con atención y la gente colmo el quincho, debiendo seguir las disertaciones desde el exterior de las ventanas del mismo.
El lunch fue rico y abundante, comentar los exisistos platos seria seguramente omitir algunos.
Los esperamos en el próximo taller de marzo, del cual se informara a principios de ese mes.
Un abrazo.